De Roma a Civitavechia, nos vamos de crucero...

El dìa esperado llegò, y que mejor con ese banquete de espiritalidad que recibimos este mediodìa con la bendiciòn papal y el àngelus. 

Una vez terminado el acto en la Plaza San Pedro, nos fuimos hacia el apartamento a comenzar a bajar maletas, recordando que en el ascensor solo caben de tres en tres, abuelo abajo esperando y papi arriba enviando, toda una experiencia, y como el conductor contratado por Civitatis es un reloj de puntualidad, comenzamos a subir maletas, con suficiente espacio en una formidable camioneta.

 Efilamos  rumbo sin perder tiempo hacia la ciudad de Civitatis donde se encuentra el puerto de cruceros que sirve a la ciudad de Roma, aproximadamente a una hora de camino.

Lo mejor que pudimos hacer es haber contratado este servicio, que si bien no es el màs econòmico, es el màs còmodo y efectivo para viajar un grupo de siete personas, una de ellas un bebè, considerando que de otra manera nos tocarìa un taxi o dos hasta la estaciòn del tren, movilizarse en la estaciòn, seis pasajes y luego taxi de nuevo hasta el puerto, asì que definitivamente nos quedamos con este servicio, incluso muy sorprendidos porque estàn autorizados a dejarnos pràcticamente en la puerta del barco.

Si fuese la visita a Roma desde el puerto de Civitacheia en alguna parada de ruta donde solo tienes unas horas para conocer Roma, es factible que puedas utilizar el tren ya que tiene horarios bastante flexibles, es econòmico, y en apenas unos 45 minutos viajas de la estaciòn del puerto hasta la estaciòn Vaticano, o unos diez minutos màs hasta Termini.

Un poco lento la entrega de maletas en la terminal, colas largas que hace cansòn este momento previo al chequeo, sin embargo la presentaciòn posterior de documentos y entrega de llaves de los camarotes fue bastante ràpida.

El barco se ve bien por fuera y por dentro, no es nuevo pero està bastante bien remodelado o actualizado, asì que de una vez, llave en mano, nos vamos a los camarotes, nosatras con los abuelo, tenemos una buena cabina con balcòn en el piso 10, cama matrimonial y dos literas, y papi en una interna en el mismo piso y casi enfrente de la nuestra, asì que la comunicaciòn no serà `problema.

Una vez acomodados, revisados los camarotes, bien todo, el balcòn y  el baño que son los màs importante estàn excelentes. 

Salimos a buscar algo que comer, que nunca falta en un crucero, y luego a caminar por las cubiertas externas e internas para familiarizarnos con el barco y ubicarnos correctamente con respecto a nuestros camarotes.

Como es todo incluido, o casi todo, y el sistema de FreeStyle, comenzamos a buscar los restaurantes y cafès con sus respectivos horarios y menùs para ir haciendo una lista para las cenas de cada noche y los desayunos, ya que los almuerzos està màs complicados porque normalmente estaremos en puerto, aunque al  tener un horario bastante flexible, no serà inconveniente encontar donde comer al regresar a bordo.

Algunas fotos de Roma a Civitavechia, haciendo clic AQUÌ.

Por supuesto que no puede faltar el video en nuestro canal: